
Hace tres años tuve un sueño: deseaba escribir un libro en el que contaría la vida de mis padres, con el fin de regalárselo el día de sus bodas de oro. Haría dos únicos ejemplares. Uno para ellos y otro para mí. Con el tiempo pasarían a mis dos hijos y, a través de sus manos, a las de mis descendientes. Tendrían que viajar al futuro, navegar en el tiempo y, tal vez, un día lejano, un niño entrara en la biblioteca de su papá y... Y me puse manos a la obra. Entrevisté, indagué, busqué información hasta debajo de las piedras. Me disfracé de periodista, detective, rata de biblioteca... Y a escribir.
A la mitad del camino, tuve otro sueño: ¿Y si el libro pudiera estar ilustrado?... Sería maravilloso... Me preguntaba si podría encontrar ilustradores que me ilustren el libro de forma altruista. Busqué y... año y medio después, casi 190 ilustradores de diferentes países han ilustrado el sueño de un desconocido... ¿No creéis en los milagros?... Pues aquí tenéis uno. Seguro que no es el mejor escrito. Tampoco el más emocionante. Tal vez, ni siquiera, el más ilustrado de los libros pero... os será difícil dar con uno que tenga tanto cariño en su interior porque, además del mío y el de mi familia, casi doscientos corazones le ayudaron a nacer...
Aquí descansa en su cunita. Vamos a ver si nos enseña la cara.